
Un reciente informe de la consultora Zubán Córdoba confirma que la inteligencia artificial (IA) dejó de ser una novedad tecnológica para convertirse en un tema presente en el trabajo, en la política y en la vida cotidiana de las y los argentinos.
Conocimiento y uso de la IA
El 75% de los consultados afirma haber escuchado hablar de la inteligencia artificial, aunque la mayoría reconoce que todavía la usa poco. Un 12,7% dice usarla habitualmente, mientras que un 6,4% nunca la utilizó y un 5,9% no sabe de qué se trata. Es decir, la IA ya tiene un alto nivel de reconocimiento social, incluso en sectores que todavía no la incorporaron a sus prácticas diarias.
IA y trabajo
Uno de los puntos más sensibles es su impacto en el mundo laboral.
Ante la pregunta sobre si la IA afecta de manera positiva o negativa el campo laboral propio o de conocidos, el 29% de los consultados afirma que ya percibe cambios moderados en su campo de trabajo o en el de personas cercanas, mientras que un 13,7% sostiene que la afectación es significativa.
En contraste, el 27,2% no ha notado modificaciones, un 20,6% señala que no aplica porque no está en el mercado laboral y un 9,5% reconoce no saber.
A esto se suma una preocupación concreta: casi la mitad (48,8%) teme que la IA reemplace su empleo o el de alguien cercano, frente a un 38,7% que no lo considera una amenaza y un 12,5% que no tiene una opinión definida.
IA y política
El informe revela que la ciudadanía ya percibe que la IA influye directamente en los procesos políticos.
Un 36,5% considera que lo hace de manera significativa y un 32,5% que lo hace de forma moderada, mientras que el 21,1% no ha notado cambios y un 9,9% no tiene opinión definida.
Entre los problemas específicos que la IA podría generar en la política, la principal preocupación es la manipulación de la opinión pública (34,6%), seguida por la vigilancia masiva o pérdida de privacidad (20,8%) y la polarización social derivada de los algoritmos de recomendación (17%).
Además, un 18,9% mencionó otros problemas, un 4,6% no sabe y solo un 4,1% cree que no generará inconvenientes.
Regulación y Estado
Finalmente, surge con fuerza la demanda de un marco regulatorio. A la pregunta sobre si la IA debería estar regulada por el Estado en Argentina, las respuestas fueron contundentes:
- 40,5% pide regulaciones estrictas de uso.
- 36% propone algún tipo de regulación.
- 14,9% cree que debe autorregularse.
- 8,6% no sabe.
Estos números muestran que la IA ya es percibida como un factor que incide en la política, en el trabajo y en la vida democrática. La preocupación por la manipulación de la opinión pública y por la pérdida de empleo convive con la expectativa de que el Estado garantice reglas claras.
