
En un reciente estudio publicado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), se analiza en profundidad la experiencia universitaria argentina en relación a la incorporaciónde la inteligencia artificial, destacando tanto sus potencialidades como los obstáculos queaún persisten en este ámbito. La investigación, que aborda específicamente el impacto de la IA en el contexto universitario nacional, resulta un relevamiento más que interesante respecto al escenario actual y a qué pasos debería seguir Argentina en los próximos años.
Por caso, revela que, si bien la adopción de tecnologías de IA está en crecimiento constante en las universidades argentinas, todavía falta consolidar estrategias integrales y políticas institucionales claras. En muchas instituciones, la incorporación de herramientas basadas en IA ocurre de manera fragmentada, dependiendo en gran medida de iniciativas aisladas o esfuerzos individuales de docentes e investigadores. Esto refleja una ausencia generalizada de planes estratégicos robustos que guíen la integración tecnológica en la educación superior.
En particular, el estudio destaca proyectos concretos de vinculación universidad-empresa enArgentina que están empezando a ganar visibilidad, como el desarrollo de soluciones de IA para el control ganadero impulsado por la empresa Caravan Tech junto al laboratorio TLab de la Universidad Nacional del Litoral. Estos desarrollos, ya en uso por productores de la región, muestran el potencial de la universidad como agente activo en la innovación tecnológica y territorial.
Otro aspecto relevante que surge del informe es la concentración desigual en el acceso yuso de estas tecnologías. La mayoría de los proyectos que utilizan IA en el ámbitouniversitario argentino se localizan en grandes centros urbanos y universidadestradicionales, como la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) o la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Esto deja en evidencia unaclara brecha tecnológica con respecto a universidades regionales o más pequeñas, que nocuentan con recursos suficientes para integrar plenamente estas herramientas.
Los docentes y el factor humano
Además, la investigación también señala un factor clave: la formación docente. Actualmente, la mayoría del personal académico reconoce la importancia creciente de la IA en el proceso educativo, pero admite no estar adecuadamente capacitado para aprovecharsu potencial pedagógico. En esa línea, se subraya que la capacitación docente en IA es insuficiente y debe fortalecerse significativamente si se pretende utilizar estas herramientasde manera efectiva en la enseñanza superior.
Dentro de las recomendaciones se propone impulsar políticas públicas que incorporen en forma explícita la capacitación docente en IA. Se sugiere diseñar cursos y seminarios específicos que no sólo enseñen la utilización técnica de algoritmos o modelos, sino también promuevan prácticas críticas sobre sesgos, límites y uso ético de estas tecnologías.
Lo público y lo privado
El informe de la OEI también aboga por una mayor articulación con el sector productivo: las universidades deben consolidar vínculos con empresas locales para que la IA se aplique a problemas reales (como ocurre en agroindustria o salud), generando impacto social y promoviendo modelos de desarrollo regional. Esto, a su vez, favorece la formación de estudiantes con perspectivas integradoras, capaces de operar en proyectos interdisciplinarios y con responsabilidad cívica.
Por último, concluye señalando que la incorporación de la IA en la educación superior argentina debe ir acompañada de un amplio debate sobre el modelo educativo que se pretende alcanzar. Este debate debe incluir a toda la comunidad educativa: estudiantes, docentes, autoridades académicas y organismos gubernamentales, para asegurar que la inteligencia artificial se convierta en un instrumento al servicio de una educación más equitativa, inclusiva y centrada en el desarrollo integral del estudiante.
En ese sentido, el informe, posicionado sobre la nueva fase de automatización (que algunos denominan «revolución 5.0») propone considerar la universidad como facilitadora delcambio, capaz de conectar la innovación tecnológica con demandas sociales concretas, altiempo que forma ciudadanía digital crítica.
Varias universidades del país ya han comenzado a ofrecer carreras, diplomaturas yespecializaciones en inteligencia artificial con un enfoque práctico, técnico y ético. Porejemplo, la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) ofrece la Licenciatura en Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos, que combina machine learning, big data,visualización y ética algorítmica, y propicia proyectos reales con casos de negocio. n abrilde 2025, la UCEMA anunció el lanzamiento de su carrera de Ingeniería en InteligenciaArtificial, con un plan de estudios basado en instituciones como Stanford y MIT, metodología de aula invertida e inclusión de bibliografía global, destinada a preparar profesionales técnicos desde cero.
También destacan iniciativas institucionales vinculadas a laboratorios dedicados a IA. El Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la UBA (IALAB), el primero en unaFacultad de Derecho en Iberoamérica, impulsa proyectos de desarrollo tecnológico aplicados a sectores como energía y agua, con un enfoque en cooperación entre academia,industria y territorio
En definitiva, el desafío argentino no radica solamente en la adopción tecnológica,sino en la capacidad de articular una visión integral y estratégica que permita provechar plenamente el potencial de la IA, superando desigualdades estructurales y asegurando una formación crítica y ética para enfrentar los desafíos futuros.
